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EL METRO



El movimiento del vagón era erráticamente rítmico, su cuerpo bailaba al son de los carriles, de derecha a izquierda y vuelta a empezar.

Ese trayecto comenzó un lunes de Septiembre a las 18:45 exactamente, no hubo violines tocando al compás, ni pelos revueltos a cámara lenta.

Por el contrario hubo felicidad absoluta , orgullo desbordado y sonrisas de oreja a oreja.

Aparentemente era la única pasajera que sonreía, sentada en el asiento junto a la puerta , mientras veía su reflejo en el cristal justo en frente suyo.

Sin duda era la única pasajera que no miraba su móvil 

Dejó seducirse por los sonidos ,que aunque conocía de hacía tiempo,  ese día parecían nuevos y  únicos.

Su mente le recordaba: 

- "Lo estás haciendo bien, estas viajando en metro, tu sola. Y no sientes miedo, ni angustia. Estoy orgullosa de ti."

Recordó esa preciosa frase que dijo el primer hombre al pisar la luna

- " Es un pequeño paso para la humanidad, pero un gran paso para Ella."

Tomar acción y hacer a pesar del miedo es lo que siempre le aconsejaban.

 Y ahí estaba ella viajando sola apenas 5 estaciones, y siendo feliz por lo logrado.

Sin duda estaba lista para más.

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