CANDE Y ALBERT VERANO 2002 Cuando llegué a casa me temblaban las piernas, no estaba segura de lo que había pasado, sus labios habían besado los míos?, sus manos habían recorrido mi cuerpo? Albert y yo nos conociamos desde pequeños, habiamos compartido todos los veranos pero hasta este del 2002 no le había visto con otros ojos y tampoco sabía que el también me veia a mi. Puede que durante estos años sólo nos hubiéramos mirado y nunca nos hubiéramos visto. Desde luego me lo dejó muy claro esa tarde , fue inesperado , pero me sorprendio que nos nuestros cuerpos se reconocieran antes que nosotros mismos. La abuela Goya me estaba esperando para cenar y cuando le dije que no tenía hambre casi le da un parraque , lo cierto es que tenía un nudo en el estómago y solo podia pensar en una cosa. -¡Pero como no vas a cenar nada Cande!, ¿estas mala? ¿te duele algo?. Ya sabemos como son las abuelas , s
Madre de dia, Cooper de noche. El título indica claramente cómo me sentía cuando comencé. Viva la EVOLUCIÓN