Vayamierdadedia

  Fue algo inesperado nuestro primer viaje a Londres.  Cuando escucho a Enya me traslado inmediatamente a ese paseo tranquilo, con sus casas victorianas y ventanales hexagonales, y justamente en una de ellas me contaste que vivía Enya.  Sucedieron cosas maravillosas en ese viaje , incluido tú, pero el recuerdo que me transporta irremediablemente es este.  Desde luego mi prefrontal es curioso, como poco. La ciudad me envolvió en un aura de niebla y Jane Austen qué duró todo el viaje.  Cada calle que pisaba, cada letrero que veía, hasta los perros me parecían  distintos.  En el aeropuerto coges el Heathrow exprés, un tren supersónico que enlaza con la estación de  Paddington.  Es un trayecto de unos 20 minutos.  En el tren te vi por primera vez, rubio, ojos verdes, jersey verde musgo de cuello alto y chaqueta tweed de cuadros en varios tonos de gris, desde mi asiento no podía ver más y me imaginé que estaría bien que llevaras una falda escocesa.  Y mi prefrontal empezó con sus dichosas p

Corría bajo la lluvia, sin saber a donde debía ir, su chubasquero expulsaba el agua, pero su angustia segúia dentro.   Quería expulsarla , mandarla a tomar por culo, por eso cada vez corría más rápido. No era una gran deportista, pero tenía que reconocer que cuando hacía deporte podia soportarlo mejor, con mas distancia. Se estaba convirtiendo es su peor enemigo, enjuiciar, criticar, depreciar, infravalorar. Se destruia sin darse cuenta. Hubo un tiempo en que echó en cara a su padre que nunca le dijera una alabanza y sí le recriminase todos sus errores. A lo mejor era un patrón aprendido de su padre y ahora lo aprendia ella del suyo propio. Con una pequeña diferencia, ella no veia nada bueno o positivo en ella misma, pero si lo veia , lo intuia en el resto de las personas. No era cuestion de Ego , era cuestion de reconocimiento.  Su baja autoestima hacia mella, y cada dia mas. A pesar de esta base en sus cimientos, habia conseguido formar una familia, y ahora tenia un temor añadido. ¿h

Me quedan exactamente 74 días para entrar en otra dimensión.  He leído tantas cosas que la inquietud me abruma. En 74 días me miraré al espejo y me querré sin excusas.  De una manera inexplicable me pasaré por el coñ...perdón por el forro las opiniones qué los demás tengan sobre mí.  Todo me entrará por un oído y me saldrá por otro. El climaterio dará paso a la menopausia y por lo visto tu cuerpo vuelve a ser tuyo; Adiós a los sofocos, adiós a las jaquecas y sobre todo a las palpitaciones.  Dejo lo mejor para el final, cuando cumples los  49+1 el sexo vuelve a ser fabuloso, tu lívido viene a pedirte perdón por el abandono y te promete que viene para quedarse.  Yo lo del perdón me importa 3 cojones, lo que me importa es que vuelva la livido. Ahora que cuando la pille la meto en una habitación  a pasar la cuarentena que lleva mucho tiempo desaparecida y vete a saber si se ha puesto lo mascarilla. Por lo visto es la plenitud , y además te vuelves invisible , que lo mires como

  No faltaron señales, y tuvimos tiempo de verlas, pero a veces incluso puedes tropezar con ellas y  pensar en casualidades. Hubo un tiempo donde sólo nos separaba una calle, y otros tiempos dónde fueron kilómetros , pero si eres paciente siempre el destino encuentra el camino. Podría decir que nos unió la música, pero realmente nos unió la herencia, la mía sobre todo, la herencia de un pueblo Soriano lleno de veranos interminables y de pandillas de amigos , de juegos en la calle hasta la una , en verano, de pilla pillas y carcajadas que solo tienen los presentes sin futuros. También podría decir que nos unió San Lorenzo, uno diferente que llevaba consigo las flechas de Cupido, de prestado supongo , un 10 de agosto de 1991.  Y la flecha fué directa al corazón, perfumada con olor a Helechos, a zurracapote , a sudor y a costeras. Ese mismo día  llegó una noche llena de palabras, bailes, caricias y escalofrios que recorrían todo mi cuerpo.  Una conversación  durante horas que no quería qu

Este es el camino, si quieres llegar al otro lado solo puedes avanzar através de este puente. Ella piensa, ¿ y que hago con mi vértigo? - No pienses en él mientras lo estes cruzando, en ese instante no exite. Ella vuelve a pensar ¿ Y si cuándo vaya por la mitad del puente vuelve? -Cuando eso suceda, si es que sucede, sabrás que debes hacer. Eres astuta, más astuta de lo tú piensas. Al principio mira el puente con temor, y despues de 10 minutos el temor desaparece , y mira de nuevo el puente con curiosidad. La barandilla está hecha de madera y bambú, cubierta de pequeñas hojas verdes. Todo es natural, como el miedo que sintió hacía 10 minutos. Las tablas que hacen de peldaños son de algún árbol de la zona, parecen de pino,pero no está segura. Cada peldaño esta unido con una  cuerda parecida a una liana. Por un momento piensa que ese puente que debe cruzar llevará sobre ese rio mas de 500 años, y ella solo lleva sobre ese rio 20 minutos . Imagina que no es la primera persona que decide c