No sé cómo, pero Hoy puedo escuchar tus pensamientos,
los qué surgen al despertar
y los que desaparecen cuando duermes.
Tus ganas se mezclan en el tamiz
con gotas de dulce deseo
y su sabor atenaza mis esperanzas.
Puedo sentir tus latidos
a través de mis silencios
mientras el martillo del oído medio tintinea
y tu corazón aparece por la comisura de mis labios
como una luz iridiscente.
No puedo explicar lo que mi corazón me dicta
y a mi pesar tus susurros me mecen dulcemente.
Te quiero.. Te quiero.... te quiero...
Primero se eriza mi piel
y levemente un escalofrío recorre
No sé quién eres
Solo sé que yo también te quiero.
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