Su memoria hacía tiempo que se había vuelto totalmente selectiva y eso la aturdía un día si y otro también.
Sobre todo los días donde sus pensamientos se volvían en su contra y la bombardeaban con críticas feroces y juicios tremendamente hirientes.
No conseguía recordar si había hecho algo bien, productivo, si había sentido Amor o compasión, entonces decidió escribir un diario que le recordase a su dolorido corazón todo de lo que era capaz.
Algunos días escribía hasta 3 veces, como se sentía, que había comido e incluyó un diario de gratitud. Cuando llegó Diciembre los cuatro primeros cajones del armario estaban repletos de libretas, algunas de tapa dura con llamativos colores, un total de 8 y un diario.
Así que cuando su mente la acribillaba con afirmaciones o preguntas tipo:
- Eres una perezosa.
- ¿Quién crees que eres tú para dar consejos?
- ¿ Quién va a querer escucharte?
- Hoy no has hecho ejercicio.
- Tu tripa sigue ahí.
- ¿ Porque estas triste, que derecho tienes ?
Ella cerraba los ojos e imaginaba sus 4 cajones con sus 8 libretas y recordaba todo, lo aprendido en las sesiones con su terapeuta, el miedo al que se enfrentaba los lunes y los jueves cuando cogía el metro para acudir a su nuevo centro de Yoga, los felices que estaban sus invitados en Noche vieja al ver la decoración de ese año, todos los libros leídos, todas las enseñanzas aprendidas, todos los domingos de autocuidado, los hábitos implementados y por último la reconciliación con su hermano.
Cada juicio era catapultado al mas allá con cada acción que había tomado y la serenidad y el orgullo regresaban para mantener intacta la paz que tanto había cultivado.
Todo lo que pensamos tiene impacto inmediato y directo en nuestro cuerpo y en nuestro estado de ánimo, ella lo había aprendido.
Podemos decidir con qué pensamiento quedarnos, a qué pensamiento darle valor y a cual dejar ir.
Ese es nuestro super poder.
Leer nuestra mente ¿quién quiere saber lo que piensan los demás ?
Ella eligió saber leer sus propios pensamientos, interpretarlos, rebatirlos y por último dejarlos para siempre en sus libretas.
Comentarios
Publicar un comentario