Cuando escucho a India Arie mi mente vuela a lugares lejanos.
Donde el hogar siempre está encendido y la leña crepita intermitentemente.
Un lugar donde puedes ser tu misma, sin querer evitar ser tu misma.
No puedo imaginar cómo debe sentirse tu alma cuando tu voz suena como una parte de ella.
Tan inmensa, tan dulce y amarga, una mezcla inevitable
Cuando tu alma parece el escenario de una terrible guerra,
con cascotes por el suelo.
La luz interrumpida por los bombardeos y tu corazón cubierto de una tenue capa de polvo gris.
Cuando eso sucede durante 8 largos años, solo queda una salida.
" Hay que mostrar la bandera blanca de la paz....y esperar un alto al fuego."
La reconstrucción viene despues
Y suele ser lenta, apacible, intensa, acalorada, salada, llena de ira y amable.
Imagino a una mujer fuerte, en la cima de unos escombros, con
las piernas abiertas a la altura de sus caderas,
quizás un par un par de centímetros mas.
Sus brazos en jarra con sus crispadas manos a la altura de su cintura.
Y su primer pensamiento es:
" Y ahora por donde empezamos"
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