Mientras embarcaba en el avión que la llevaría a Edimburgo no podía dejar de pensar en Jon.
Se conocían de toda la vida, del barrio, de las noches de verano cuando les dejaban jugar hasta las 12 en la calle.
La pandilla era inmensa , se juntaban todos los chicos y chicas del barrio a jugar a la pata el bote.
Siempre tuvieron feeling, aunque primero empezó con su hermano Alan, un año mayor que ellos y más lanzado.
Le tiró los trastos en cuanto tuvo oportunidad, pero los 14 de antes no tienen nada que ver con los de ahora. No entendía muy bien porqué Alan quería estar siempre en su grupo y la elegía la primera en el grupo del pañuelo.
Y un día sin esperarlo la besaron por primera vez, se quedó lívida, rígida, le pilló totalmente desprevenida.
Su cuerpo se tensó y sus manos apartaron sus labios de los de Alan.
- ¿Que haces Alan?
- Está claro no, besarte.
-Si, pero yo no te lo he pedido.
- Perdona, pensé que lo deseabas tanto como yo.
-Pues pensaste mal, muy mal
Madre mía, pobre Alan, le puso a caldo. El tema es que después de ese beso no volvió a mirarle del mismo modo.
Pasaron los meses y el magnetismo la atrapó con tanta fuerza qué ahora era ella la qué deseaba besarle a él.
Fueron al cine con la pandilla y como siempre Alan quiso sentarse a su lado, no sabía como se las había ingeniado pero las butacas estaban en dos filas distintas.
Todos juntos excepto Alan y Karma.
Cuando se apagaron las luces el le ofreció palomitas , con esa sonrisa encantadora que tenía, la piel tan morena, daba igual verano que invierno y el pelo negro alborotado. Y no pudo resistirse por mas tiempo.
-Ahora sí lo deseó
Suavemente acerco sus labios a su sonrisa y ya no pudieron separarse.
No eran novios oficiales, amigos con deseos escondidos que salian a flor de piel cuando estaban juntos.
Era una situación complicada, liada con Alan y la mejor amiga de JOn.
Tuvieron que pasar muchos años hasta que sucedió algo mas con Jon, habían flirteado mucho y en muchos momentos de sus vidas pensaba
¡Bésale, bésale¡
La tensión sexual se podía cortar con un cuchillo.
Al final se alejó de Alan y fue acercandose mas a Jon.
Le había tocado ventana, que bien, podría hacer unas fotos fabulosas para su blog de fotografía.
- Perdona, voy a dejar la mochila
Levantó la vista y vislumbro a su compañera de viaje.
Resultó ser una simpática Pelirroja que volvía a Endiburgo después de su master en Madrid. El viaje fué de lo mas ameno, parecía que se conocian de toda la vida y no pararon de charlar.
Quedaron en verse cualquier dia en Edimburgo.
Había quedado con Jon en la puerta de llegadas, la recogería con su coche, El aeropuerto solo estaba a escasos 12 km del centro y Jon insistió hasta la estenuación.
Llevaba una fina gabardina, y estaba claro que no era suficiente, la temperatura era la normal en Octubre, unos 13 grados. Para ella frío, para los Edimburgueses probablemente no . No eran imaginaciones suyas, había visto a varias chicas sin medias.
Se apretó contra su pecho el pañuelo que llevaba de cashmire para entrar en calor mienstras esperaba. Y no esperó mucho a lo lejos vió aparecer un Jepp blanco que no paraba de darle las largas.
Era él, la misma sonrisa que Alan, el pelo medio ondulado con pequeños reflejos del sol.
No recordaba lo bien que le habían sentado los años.
-¡ Karma, karma¡. Gritaba agitando las manos
Se bajó del coche por el lado derecho y la abrazó con tanto impetú que casi caen los dos al suelo.
- Joder karma que ilusión me hace que hayas venido
- A mi también Jon, tenía ganas de verte.
- ¿ah si, muchas ganas?
-No seas tonto y ayudame con el equipaje.
- ¿Solo dos maletas? me sorprendes
- Si verdad, ahora soy mas minimalista
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