UN OCEANO PARA NUESTRA LOCURA
Me perdería entre tus calles un miércoles cualquiera, para luego encontrarte una mañana de Domingo soleada. Puede que nos guste jugar al escondite, es cierto , y nos gusta buscarnos para después encontrarnos.
Las veces en que me encuentras sonriente, ardiendo por ti , probando besos al aire y caricias con la mirada
Las veces que te encuentro dispuesto , a todo, a lanzar gemidos sin temor a ser descubiertos
Encontrarnos es una implosión, cedemos a nuestros deseos, turbios y sedientos, pero al fin y al cabo nuestros.
Tienes que decirme lo que quieres para yo poder pedir cuarto y mitad. Comérmelos a bocaditos pequeños, saboreando el dulzor en tu aliento, la sal ,de la mar que nos rodea, la sal en tu sudor que aparece cuando quieres cogerme a horcajadas.
Rodeados por un óceano lleno de mareas, altas y bajas, mareas que nos arrastran al fondo de nuestros deseos, mareas que trasladan nuestros besos a la orilla, envueltos en arena fina, esperando que lleguen las olas que nos agitan uniendo el ritmo de nuestras pelvis
Playas que transforman nuestro ritmo en un climax inesperado, lleno de susurros al oido y con sabor a besos en el recodo de mi cuello, a murmullos en el lobulo de tu oreja, llenando nuestra piel de recuerdos inolvidables, de una historia inenarrable, donde nuestra piel escucha lo que cuenta nuestro corazón y se eriza para contarlo al mundo.
Lo inesperado es lógico y lo esperado se vuelve locura.
Seguiré estando loca por encontrarte y te volveré loco cuando lo haga. A estas alturas nuestra locura ha venido para quedarse, demosle la bienvenida y una gran obación cuando nos encuentre desnudos esquivando las olas y zambulléndonos para sortearlas, como cuando eramos pequeños.
Tenemos la conbinación perfecta, un loco océano a nuestro pies.
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