La invitación me llegó por sorpresa, ese tipo de reuniones sólo las habia visto en las peliculas, y sobre todo en las americanas.
Se cumplian 40 años del curso del 81 y algún iluminado había decidido que nos volvieramos a reunir.
"CLASE DEL 81"
NO PUEDES NEGARTE, TUS COMPAÑEROS QUIEREN VOLVER A VERTE
SABADO 12 DE JUNIO
A LAS 22.00 EN EL MISIONERO
No había terminado de leer el mensaje cuando el teléfono empezo a sonar, cómo no era Enma, ¡tan impaciente como siempre!
-¿Habeis visto la invitación?
- Si, Enma estaba leyendola justo ahora
- ¿Has visto quien es el administrador del grupo?
Y antes de que pudiera pensar ó contestar Enma me lo dijo. Lo suyo no era dejar espacio al suspense.
- Es Quim, tu amor de octavo.
Dios mio, Quim, hacía una eternidad que no sabía nada de el, fuimos inseparables durante muchos años, luego la vida nos distanció.
- ¿ Jen, estas ahí?
-Si, estoy aqui , estaba pensando...
- En Quim claro,¿ pero en que parte de Quim?,en su tremendo culo, sus ojos verdes o su boquita.
- Mira que eres tonta, Enma, estaba acordandome del instituto y por su puesto del tremendo culo de Quim , jajaja.
-Hola chicas, estaba en la ducha.
Nora se incorporó al grupo de chat
- ¿Que vamos a hacer, vamos a ir a la reunión?
- Si chicas , hay que ir, dijo Enma . No la veía pero imaginé su gesto de niña pequeña en su preciosa carita, frunciendo los labios y abriendo mucho los ojos. Incluso creo que estaría dando saltitos.
Por supuesto que fuimos a la reunión, Enma podía llegar a ser muy convincente.
Quedamos todas en casa para arreglarnos y ponernos a tono para la fiesta. Enma trajo todo su arsenal de cremas, sombras, brochas, el mundo del maquillaje es increible, ¡ si no tienes 100 brochas no eres nadie¡
Nora se encargó de la maría, una suave que fuera subiendo poco a poco, pero nada de ojos enrojecidos ni tartamudeos inesperados. Teniamos que estar con el puntillo pero a la vez poder mantener una conversación.
A las 21.30 ya estabamos las 3 listas en el uber, camino del Misionero. Tengo que reconocer que la idea de ver a Quim me excitaba más de lo que deseaba. Siempre estuvimos en un tira y afloja, la tensión sexual era evidente, pero ninguno de los dos tomó nunca la iniciativa, asi que le tenía ganas la verdad.
Cuando llegamos al misionero no tuvimos que ponernos una pegatina en la solapa con nuestro nombre ¡ gracias a Dios¡ , no creo que hubiesemos cambiado tanto como para no reconocernos.
Fuimos directas a la barra, y mientras saludabamos en el trayecto a mas personas de las que recordábamos.
- Madre mia, ¿habeis visto a Soledad? Esta igual que en tercero, no ha cambiado nada.
- Si, ¿ Y Yolanda Montero? yo creo que lleva el mismo vestido que en la graduación.
- Que mala eres, yo habría preferido ver a su hermano Amadeo...
- Ostias, es verdad, Su hermano estaba tremendo, y su amigo Orlando tampoco estaba mal.
- Yo aprendí mucho de música con Amadeo.
Las dos se giraron al unísono y me miraron sonrientes y expectantes.
-¿De música?
-Que si joder, ¡ pero si era una niñata¡ ¿como iba a querer algo conmigo?
- Es verdad, eramos unas niñatas, planas como tablas
- Si pero tu te has vengado, porque vaya Lolas te salieron
Entre recuerdos, risas, cubatas y puyas pasaron las horas, y todavía no habia visto a Quim. Bailamos toda la banda sonora de nuestra adolescencia , en los 90 salieron los mejores grupos, eso era indiscutible.
Entre la maria y los cubatas estabamos ya con el punto en todo lo alto, y decididas a hacer la conga cuando un escalofrio recorrio mi nuca y me giré despacio como si tuviera miedo de tirar un jarrón chino.
Y ahi estaba Quim, sonriente, tan moreno como siempre, y acercándose pasito a pasito, como dice la canción.
- ¡ madre mia¡ ¿ cuanto hace que no nos veiamos?
- Demasiado, le dije mientras me acercaba a su oido, no estoy segura si grité mucho, porque ya estaba un poquito desbordada.
Siempre me habia gustado como bailaba, tenia un ritmo increible , asi que empezó ricki Martin y no me quedo otra que seguirle el ritmo, cuando su brazo se agarró a mi cintura.
La noche fué mucho mejor de lo que habría pensado, bailamos, bebimos, reimos y nos hicimos confidencias.
Quim llevaba divorciado 5 años, yo no me habia casado, por supuesto, no tenía hijos y el era abogado penalista.
- Nunca lo habría adivinado, abogado penalista
- Ni yo tampoco, lo tuyo estaba mas claro , desde 2º de BUP decias que ibas a ser psicóloga .
- si, fué inevitable, amor a primera vista, ya sabes.
-Si, Algo de amor a primera vista sé.
Su sonrisa iluminó su rostro como si se hubiera hecho de día, seguía teniendo un magnetismo increible.
Parecía que seguiamos en ese piso de la calle Ferran, donde vivía durante la universidad, donde pasamos tantas noches tentando a la suerte, sin tenerla.
Y entonces la química se hizo incontrolable, me susurro al oido y abandonamos la fiesta solos. Su casa estaba cerca, y decidimos tomar la penúltima.
Fuimos dando un paseo , besándonos en cada esquina, dejando que la ganas nos ganaran la batalla, envueltos en pequeños jadeos que delataban el deseo.
Para mi el primer beso es el presagio de algo bueno ó algo malo. No se puede difrazar. El cuerpo reacciona sin tu elegirlo, las emociones llegan sin anunciar, y el veredicto es unanime.
Un buen beso te eriza de dentro a fuera, te corta el aliento e incluso consigue parar el tiempo. Tu corazón palpita cada vez más rá pido y tu juicio se nubla.
Si puedes respirar entonces no es un beso, es otra cosa
Nuestros labios ávidos de encontrarse, parecía que se habian estado esperando toda la vida, se habian echado de menos. Todo encajó como encajan las piezas de un puzle.
Tardamos en llegar casi 40 minutos en un trayecto de 15 , las ansias no podían frenar el deseo , que nos obligaba a parar cada 5 minutos. Desde luego, a mi se me hizo eterno el camino de vuelta.
La casa era increible, con un aire neoyorkino, amplia y muy práctica. Entramos con la respiración entrecortada de haber subido los 5 pisos corriendo por las escaleras y nuestras miradas se encontraron , ardíamos el uno por el otro y el fuego se reflejaba en nuestros ojos.
Se fué desabrochando despacio la camisa blanca y me senté en el borde del sofá saborerando la escena.
Sin duda le había dedicado mucho tiempo al gimnasio, pero mucho tiempo, no era el torso que yo recordaba. Cuando acabó con la camisa empezó con el pantalón.
Se tomó su tiempo , estabamos disfrutando los dos, y además teníamos toda la noche.
Se desabrochó el primer botón de la cremallera , su sexo presionaba con fuerza por salir, asi que el resto de botones fueron menos dóciles.
Se quito al mismos tiempo el pantalón y el boxer dejando en libertad su miebro viril, erecto, firme, demostrando su anhelo.
Ahora era mi turno, esperé unos minutos más mientras admiraba la escena.
Lo mio era mas sencillo, sólo llevaba un vestido y tan siquiera llevaba sujetador.
En dos pasos estaba frente a mi, ¡que bien olia , dios mio¡ , pensé, y si olía así ¿como sabría?
Bajó los tirantes y el vestido cayó al suelo, liviano como una pluma y allí estabamos los dos, en una escena grabada en nuestro imaginario durante muchos años.
Me guió hacia el dormitorio mientras sus besos recorrian mi espalda. Tumbados en la cama el deseo se apoderó de nosotros, los besos se volvieron salvajes, agónicos, los dos habiamos esperado mucho para ese día. No supimos cuanto hasta ese momento.
Sentir su cuerpo sobre el mio me enredaba las ganas, asi que agarré su miembro y deje que me penetrara, despacio, saboreándo la primera embestida.
Una vez dentro no pudimos ir más despacio, el movimiento se aceleró mientras sus manos recorrian mi cuerpo, mis pechos, mis labios. Estabamos llegando al climax y sus manos buscaron las mias.
No tengo claro cuantos orgasmos tuve esa noche,o si tuve 3 en 1, como el lubricante. Pero desde luego mereció la pena la espera.
Tuvimos tiempo de repetir una y otra y otra vez, teniamos tanto que decirnos y nuestros cuerpos tambien.
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