UNO SOLO
Hay días en los que mi cuerpo quiere una cosa y mi mente quiere otra.
No tengo claro si eso es bueno o malo, ellos sabrán.
Solo soy una expectadora más, que se sienta a ver como lo resuelven.
La cosa suele empezar tranquila, pero luego mi mente sube un poco el volumen y mi cuerpo la sigue para hacerse oir.
Al final hay un momento de reproches, de deseos escondidos, de perdones tardíos, pero siempre llegan a un acuerdo.
¿Te imaginas que un día no lo hicieran?
¿Que sucedería?
Imagino que mi cuerpo tendría un cabreo de tres pares de cojones, por que sabe que la fuerza esta en la mente.
Por suerte para mi yo disimulo y siempre salgo indemne.
MI Mente intenta recastar del fondo de su albúm familiar recuerdos que ayuden a mi cuerpo a sentir paz y tranquiliad.
Como cuándo bajaba al quiosco en verano a comprar un helado de drácula.
O cuando le permitían ir a la panadería a comprar la merienda en su día libre.
Y los dos frente al mostrador terminando de decidir entre bamba de trufa ó trenza.
Suele funcionar con bastante frecuencia, pero a veces no es una alternativa.
Otras veces es mi cuerpo quien ayuda a mi mente.
Saliendo a pasear bajo una sol tardío de invierno, o estirando sus músculos en una clase de hatta yoga.
Lo que siempre los une, es la meditación, ahi mente y cuerpo son uno solo , como deberia ser.
Yo no suelo meter cizaña pero es lo que les digo, cuerpo y mente deben ser uno solo.
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