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SERENDIPIA - CAPITULO 2



Mientras esperaba a que llegara Ley dejé la primera maleta sobre la cama, el ruido que hacia la cremallera siempre me había gustado, rrrrrrr, parecía la onomatopeya de algún animal, todavía sin descubrir.

Saque  el neceser y me fui directa al baño, deje el agua correr hasta que comprobé con la mano que la temperatura era la ideal.

Como siempre meti la cara debajo del chorro templado  y me perdí en mis pensamientos. 

¿Quién era el chico que había visto al llegar? Parecía que se había metido en la calle Don Peregrino, ¿y quien vivía en esa calle que pudiera recibir visitas?

Mi mente saltaba de un pensamiento a otro, mientras el agua recorría mi cuerpo, después del viaje la ducha renovaba mis energías.

Salía del baño cuando oi abrirse la puerta

- ¿Candela? Soy Ley , me llevo a Coque, luego nos vemos.

- Vale, quedamos donde siempre en 20 minutos?

- Si , allí estarán todas, creo. Chao

Cerró la puerta de un tirón, pero sin bloquear, en el pueblo nadie echaba la llave.


De pie en la habitación miraba los 3 conjuntos que había extendido sobre la cama.

-Humm  Pantalón ó falda

- tacón o deportiva

Lo tenia mas que claro, falda y deportivas, los tacones serían para otra noche , a ese verano le quedaban muchas por delante.

Llegué  al ¨"JAPO" y mire en la terraza, me ponía nerviosa con todos los ojos puestos  en mi culo, siempre me pareció que mi culo era digno de los ojos que se posaban en el ; no las veía, volví a mirar

-¡Cande , aquí¡

Me giré  y allí estaba Ley, sola, era tan puntual como yo, por eso nos  llevábamos tan bien. Aunque a veces los extremos se atraen.

- Madre mía , no recordaba una noche igual , que gusto de Agosto.

- Si pues no te animes que para mañana han dado tormentas.

-Bueno pues entonces aprovechemos esta noche, dije  mientras apretaba con todas mie fuerzas a mi Yin o mi Yan, nunca lo tenía claro.

-  Y las demás donde andan

- Mira hablando de Roma...

- ¡ Hola Cande¡ que ganas tenía de verte. Elena me plantó un beso tipo abuela que casi me deja sorda.

- Oye por cierto, antes de que se me olvide. 
Cuándo estaba sacando el equipaje he visto llegar a un tío que estaba cañón, no llevaba las gafas y no le he reconocido, pero iba hacia la calle don Peregrino. ¿Sabéis quién puede ser?

-Pues claro , y tu también lo sabes, dijo Ley con un tono melifluo y burlón.

- ¿ Yo, porque voy a saberlo yo?

-Es el Alemán, ¿ te acuerdas?, verano del 2002, excursión a los apretaderos, merendola en el cubo.....
- ¡ No jodas, Albert¡

- si si

- Pues me ha dejado impresionada, y eso que no llevaba las gafas, TREMENDO¡¡¡

- Ja,ja,ja , las tres estaban en pleno jolgorio cuando llegó Rita

- Pero que regalan en este JAPO...yo quiero dos, ja ja ja

Todos los reencuentros eran idénticos, daba igual el tiempo que llevaran sin verse, el tiempo se detenía y parecía que había sido ayer la ultima vez que habían compartido un gin-tonic o bailado hasta el amanecer, o rememorado batallitas hasta que salía el sol.

La noche de agosto las envolvió en risas, confidencias, secretos envueltos en papel de regalo y desveló sus ganas de abrazarse, besarse, bailar y recordar.

        **************A LA MAÑANA SIGUIENTE ***********


Le costó un poco mas de lo normal levantarse, pero es que la noche había sido intensa, mientras desayunaba una sonrisa asomaba a la comisura de sus labios, no sabia si era por el chiste tan malo que contó Elena, o por el recuerdo de el Alemán bajando del coche.

Se atÓ las deportivas y salió como alma que lleva al diablo, estaba deseando eliminar toxinas, tenía muy claro la ruta, del cubo a la arenilla  y para finalizar pasaría por el refugio.

Para ser el primer día con 6 km era más que suficiente, tampoco había que poner la máquina al limite.

Su lista de reproducción empezó con Orozco, y cogió el desvío de la iglesia, directa al cubo.

El aire entraba en sus pulmones tan puro , que a veces le costaba respirar, todo seguía igual, los pinos, las ovejas pastando, las vacas en medio del camino ,- ¡malditas vacas¡ le daban un miedo que no quería reconocer - y al fondo el pico de Urbión, pleno  y libre de nieve. Este año había sido de los peores, estuvo nevando hasta finales de Marzo.

Estaba llegando al cruce de la arenilla, si giraba a la izquierda iría al refugio y si giraba a la derecha estaba el mirador de cueva mujeres.
Troté  en el mismo sitio, durante unos segundos , y finalmente me decidí, el desvío de la derecha. Hacia mucho que no iba al mirador.

Me quedaban unos metros para llegar, cuando adverti una silueta al fondo, hombre, 1.80, pantalón corto negro y camiseta del mismo color.
El corazón me  dió un vuelco, era Albert, no sabia donde meterme, me daba un poco de vergüenza  , pero o me tiraba por el risco o volaba y ninguna opción era buena.

Cuando llegue a su altura, estaba preparada para saludarle, nuestras miradas se cruzaron y con un leve movimiento de cabeza, el Alemán siguió su camino.

- Será gilipollas el tio






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