Era viernes, viernes tarde, en otra época de su vida tendría una sonrisa de oreja a oreja, pero no estaba en otra época, estaba en esta jodida época.
Ya sabía lo que eso suponía, Sábado de culpas, autodestrucción, inquietud, frustración y finalmente un intenso dolor , que la partiría en dos.
Intentaba hacer planes, tener la mente ocupada, el estar ociosa la perturbaba, debía intentarlo , pero su cuerpo ó su mente no respondían.
Tener que intentarlo era la primera señal de que algo no funcionaba, ahí dentro, llevaba demasiado tiempo intentándolo, pero siempre se chocaba contra el mismo muro; era bastante decepcionante.
Solo quería estar tranquila, que disfrutar del fin de semana no fuera tan difícil, añoraba que no fuera como antes, cuando disfrutaba de la vida sin esforzarse.
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