Cuándo decides usar el lanzagranadas ya no hay vuelta atrás.
Y debes pensar en lo qué no podrás salvar.
Me empujo a levantarme y a salir a la calle, me empujo yo y me empuja SIRA.
Gracias Sira por no usar las palabras.
Me voy calzando las deportivas y voy recordando donde tengo almacenadas las granadas.
Me pongo el chaleco y guardo una granada en mi bolsillo derecho.
En el izquierdo guardo el móvil, me pongo los cascos, eligo la lista de música y aprieto el bolsillo derecho contra mi cuerpo.
Siento el metal y siento la anilla lista para tirar de ella.
Y la música va ocupando el espacio qué antes ocupaban mis pensamientos.
ME GUSTA LA LIBERTAD QUE ME PROPORCIONA LA MUSICA
El corazón me palpita cada vez más rápido,
los músculos se activan
mi espalda se queja, como todos los dias, pero no muy alto
hoy no es un día cualquiera
HOY LLEVO UNA GRANADA
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