Esa noche fué como las últimas mil noches, oscura, sudorosa y con insomnio recurrente. Sus grandes ojos marrones lo parecían aún mas hasta las 3.30am, a partir de ahí se cerraban y se volvían a abrir cada hora y media. Porfín se cerraron a las 8am hasta casi las 11. Era como un "deyavú", noche tras noche. El hecho de compartir el lecho con esas dos solía ser agotador, su preferida sin pensarlo mucho era "mi niña interior", porque a "la perimenopausia" no la tragaba. Después de tantos años comenzaron a tutearse, y el triángulo desamoroso pasó a llamarse: "La niña que me parió, El puto climaterio y la inocente víctima". Sono el despertador a las 9, como todos los días. Y su cuerpo se quedó inmóvil , como todos los días. Imaginémoslo a vista de pájaro. La habitación estaba a 8 grados farenheit, si no eran menos. La calefacción apagada, a pesar de estar en el mes de Febrero, el mes más frio del año, pero no en su dormitorio. La inocente víctima e...
Madre de dia, Cooper de noche. El título indica claramente cómo me sentía cuando comencé. Viva la EVOLUCIÓN