HERMANDAD En algún momento de mi vida sentí remordimientos. Pensé que quizás podría haber hecho más, pero cuándo mis ojos se encontraron con los tuyos supe que los remordimientos eran tuyos Tus ojos sin luz me lo decían Tu gris y opaca piel me lo decía Tu encorvada espalda me lo decía Las arrugas de tu rostro me lo decían Y es justo que los tengas , porque tus actos dictan tu vida. Al verte sé que no fueron míos los remordimientos, mía fue la melancolía de esos días lejanos donde todavía el rencor no te había inundado...y ese es el precio que pagarás en tu viaje
Madre de dia, Cooper de noche. El título indica claramente cómo me sentía cuando comencé. Viva la EVOLUCIÓN